Restaurante Casa
Mazal
Dirección: Calle Tomás
Conde 3, Córdoba.
Teléfono: 957 94 18 88.
Puntuación: espectacular mixtura gastro-cultural.
Recomendación: pasando de clasicorros como el flamenquín.
Precio: más que
ajustado.
Carta de vinos: un día es un día.
Comentario
Lo
bueno del turismo basado en patear y
patear es que conoces los lugares que visitas como Dios manda, más allá de
guías y chorradas varias. Además, por el mismo precio, se acaban descubriendo sitios realmente originales con ofertas
que se alejan, por suerte, de lo trillado hasta la saciedad. Y ya que fuimos de trabajo hay que aprovechar los ratos libres para perderte por las callejas de la maravillosa ciudad califal.
Así,
después de dar mil y una vueltas por el maravilloso casco antiguo de Córdoba, nos acabamos dando de bruces
con Casa Mazal. Y es que con este restaurante sefardita te chocas, de
manera literal, si giras sin darte cuenta en una bocacalle de Tomás Conde, en
pleno corazón de la judería.
En
seguida establecimos con el local lo que se llama amor a primera vista. Reparamos en la entrada, atisbamos el patio, intuimos el comedor y tuvimos la
certeza de que el condumio no nos
iba a defraudar.
Aunque, la verdad, cuando llegó la carta nos pusimos nerviositos porque nos apetecía probar todo. Menos mal que el atento y amable personal nos ayudó a no volvernos locos. Al final, optamos por una cena basada en verduritas porque ya vamos teniendo una edad.
Así, nos metimos entre pecho y espalda
el paté de berenjenas, unos yaprakes de
verduras, las alcachofas confitadas al pimentón y puerros rellenos de bacalao
con crema de espárragos.
A todo lo anterior no le podemos poner ni un pero
¡Qué barbaridad de variedad de sabores y
olores! Especialmente en el las hojas de parra de los yaprakes y los
puerros rellenos de bacalao.
La
guinda llegó con las pastas sefardíes
que quitan el hipo y un te moruno de
sobremesa. Por cierto, que como no sólo de pan vive el hombre, regamos la cena
con un vino joven de Córdoba, Casa Villa-Zevallos,
que nos sorprendió por lo bien que entra.
Ahhh¡¡¡
Casa Mazal dispone de tres comedores
que se distribuyen en dos plantas alrededor de un patio. Es más que
recomendable que os deis una vuelta por ellos. Nosotros os dejamos una foto de
la estancia en la que comimos que, entre otros elementos decorativos, cuenta
con un pozo. Eso sí, prometemos volver y disfrutaremos de otra sala.